18 de Junio de 2011. El máximo
goleador de la historia de Boca Juniors decía adiós a la actividad como
futbolista profesional; fue en un empate 2-2 ante GELP, en el verde césped del “Lobo
Platense”, aportando una asistencia en el último minuto a Christian Cellay,
quien acabó haciendo descender a los “triperos” a Segunda División. Goles de
media cancha con la cabeza y con los pies, gol de penal pateado con las dos
piernas, los dos goles al Real Madrid en la final de la Copa Intercontinental
del 2000… “El Titán” protagonizó un sinfín de apariciones estelares con la “azul
y oro”.
Palermo superó las marcas de
Varallo y Cherro, quienes eran los máximos goleadores históricos del club desde
hace un siglo y rompió todo tipo de récords. “El Loco” mitificó su apellido en
la número “9” del “xeneize” a través de sus 236 goles y 13 títulos. Desde su
retiro, desfilaron varios delanteros centro, pero ninguno dio la talla.: Lucas Viatri (46 partidos, 10
goles), Nicolás Blandi (61 partidos, 20 goles), Darío Cvitanich (40 partidos,
10 goles), Santiago Silva (52 partidos, 19 goles), Emmanuel Gigliotti (62
partidos, 23 goles), Jonathan Calleri (61 partidos, 23 goles) y Daniel Osvaldo
(16 partidos y 7 goles en dos ciclos) fueron los que pasaron por el puesto de
Palermo, algunos ganando un par de títulos, pero ninguno hizo recordar a la
efectividad de Martín como el ‘9’ que llegó desde el América de México, Darío
Benedetto.
23 goles en 27 partidos es la
marca bestial que tiene el delantero pretendido por varios clubes en Europa,
quien no convencía de entrada a la hinchada ‘xeneize’ pero a fuerza de goles
logró diferenciarse al resto. En la mitad de partidos logró más que todos los
que le siguieron a Palermo y con sus 21 goles en 24 partidos en el campeonato
de Liga hizo recordar un récord absoluto de “El Titán” (20 goles en 19 partidos
en el Apertura 1998). Goles de taco, de cabeza, de afuera del área y buenas
asistencias fue la variedad de dotes técnicos que “Pipa” lució en su primer año
en Boca. Determinante. Y puso 1 millón de dólares de su bolsillo para jugar en
el club.
Boca no gana una Copa
Libertadores desde 2007 y a su máximo rival, River Plate, las copas le vienen
sonriendo: alzó la Sudamericana 2014 y la Libertadores 2015 tachando ni más ni
menos que a Boca en el “mata-mata”. Encima, es el candidato más serio a llevarse
la Libertadores de este año; Boca, que no juega esta, apunta a la Libertadores
2018. Si bien le ofrecerán decenas de millones de dólares por su jugador top,
el mejor refuerzo que Boca puede tener para la Copa es un jugador que ya está
en el plantel: Benedetto. La camiseta de un club grande no es para cualquiera.
Cuando un jugador sobresale y encima es hincha del club, se lo debe retener; una
mejora de contrato podría hacer que no lo tienten las divisas. Aprovechando el
superávit histórico, el presidente de Boca, Daniel Angelici, debe poner como primer
meta sostener al ‘9’, luego, traer la jerarquía que le falta en otras posiciones
para pelear seriamente el vicio del hincha de Boca: la Copa Libertadores.
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